El desarrollo de los personajes

Inicialmente habíamos pensando en rodar con tres personajes de diferentes contextos culturales; una mujer lenca, una mujer chorti y una mujer garífuna, pero cuando nos encontramos con la realidad de Betty Vázquez, nos dimos cuenta que teníamos que contar las historias de las mujeres que son parte de la vida y el movimiento que lidera Betty y que ahí había todo un documental. Es por ello que decidimos rodar en territorio lenca y visibilizar las luchas que van más allá del discurso público, contar las historias y la vida de personajes que no figuran en las esferas públicas nacional e internacionales y que tampoco han recibido premios o reconocimientos públicos por la defensa de sus territorios, pero que día a día se van tejiendo para organizarse y resistir a proyectos extractivistas, para confrontar el patriarcado dentro de sus propias familias y comunidades, para construir día a día un mejor vivir.

La personaje que articula a las otras mujeres es Betty Vásquez, una mujer Lenca, feminista, y defensora del territorio quien ha liderado el Movimiento Ambientalista Santabarbarense (MAS) desde su fundación en 2011. Ha luchado especialmente en contra de la minería y las plantas hidroeléctricas en Santa Bárbara. Tiene un fuerte discurso en contra del extractivismo en general, y motiva a diversos grupos en todo el país a valorar y practicar las tradiciones culturales que pueden conformar un buen vivir, buen comer y buen beber. Betty es amante del arte y las artesanías como acciones rebeldes. Lleva sombreros y canastas hechas por mujeres lencas para vender en todos los eventos donde participa, haciendo énfasis en la necesidad de tener una organización autosostenible. Betty representa además a la Red de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras, y acompaña a varias organizaciones afiliadas.

Betty también es madre y compañera. Cuando no está recorriendo las comunidades, dando talleres, pláticas u organizando a las mujeres, le gusta cocinar, mantener a sus gallinas, sembrar sus propios alimentos. Es una mujer que en los más mínimos detalles encuentra la belleza de la vida, sonríe casi todo el tiempo y transmite esa alegría a quienes la rodean. Pero también es una mujer que sufre por la enfermedad de su madre que cada vez recuerda menos y con el recuerdo de una relación marcada con su padre fallecido.

Waldina es otra de las personajes del documental, aunque no se autodefina como tal, es una defensora de su territorio y feminista comunitaria. Ha organizado a mujeres de su comunidad para luchar en contra de una represa que amenaza con desaparecer su pueblo. Pero también organiza espacios con otras mujeres para hablar sobre el patriarcado y el buen vivir.

Dunia se reconoce como feminista. Al igual que Waldina ha organizado a mujeres de su comunidad para ocupar espacios de poder, incentivando a las mujeres a asumir cargos políticos comunitarios. Su casa ha sido espacio para reuniones y talleres con mujeres, situación que ha incomodado a varios hombre de ese lugar.

En su discurso habla del buen comer como acto de resistencia, vive en el campo sembrando sus propios alimentos, aunque esa vida no le es del todo sostenible y en ocasiones ha expresado su deseo de migrar para poder sostener los gastos que implican los estudios de sus hijas e hijo.

Rosi es la más joven de las personajes, soltera, vive en la montaña junto a su familia y aunque parte de su tiempo lo dedica a acompañar los procesos de organización del Movimiento Ambientalista Santabarbarense, también acompaña a su familia en los trabajos del campo. Es una joven, que por su gusto por los tatuajes, ha sido señalada y mal vista, sin embargo es una persona con gran compromiso social a quien no le importa  caminar horas desde su casa al punto más próximo en que pueda tomar un transporte público que la lleve a la ciudad y poder asistir a los talleres y encuentros con otras mujeres. Además de campesina, también elabora artesanías de tuza (hojas de maíz) para venderlos.

Carmen es, al igual que las otras personajes, una mujer líder que organiza a mujeres de su comunidad para realizar actividades como la elaboración de pan, tamales, bordados, etc. Y que después servirá para vender o practicar el intercambio “trueque”, como una manera de hacer sostenible la vida en el campo. A Carmen también le gusta el reciclado, su casa está llena de detalles que ha construido a base de material reciclado. Siembra sus propios alimentos, plantas medicinales y también cría pollos, aunque no para consumo personal porque es vegana, concepto que conoció mucho tiempo después asistiendo a los talleres, ella menciona que no sabía que era esa palara y por qué siempre la presentaban como una mujer vegana. Después de platicar y convivir con ella en su casa, tengo la impresión de que su disgusto por los animales y derivados se debe más a acontecimientos de su infancia, ligado a los roles que como niña debía cumplir, entre ellos la preparación de alimentos.